No es oro todo lo que brilla. Tokio Hotel también son molestados en algunos puntos de su vida de famosos…
Durante tres años, han estado bajo observación constante. Sin que importe que estén en las Maldivas, de paseo por París o delante de cualquier hotel del mundo. Si Bill (19), Tom (19), Gustav (20) y Georg (21) están, los paparazzi no están lejos, una tormenta de flashes cae sobre los chicos. No siempre para contento de los cuatro, como revelaron a BRAVO…
BRAVO: ¿Qué odiáis de vuestra vida de estrellas?
BILL: Lo positivo supera a lo malo. Pero lo odio, odio que no tengamos nada privado. ¡Y lo peor son los paparazzi!
TOM: Para nosotros es importante, proteger la vida de nuestra familia y amigos. No tienen nada que ver con nuestro trabajo. Si estamos con ellos, es malo para nosotros, especialmente cuando los paparazzi aparecen.
BILL: Tienes que ser un hombre realmente malo para ser paparazzi. Los odio.
BRAVO: Así pues, tenéis suerte de que aquí en Alemania los paparazzi son inofensivos…
TOM: Es verdad. En otros países realmente es más duro. En Francia y América es donde más deslumbran los paparazzi.
BRAVO: ¿Qué os molesta?
BILL: A veces, todo es demasiado para mí. Conque me estiro en la cama y pienso: “¡No puedo más!” Después sencillamente no me levanto, no puedo reír para un rodaje con la cámara o inspirar a la gente. Siento como si alguien tuviese que ayudarme. Porqué carezco totalmente de seguridad en mi mismo y sencillamente quiero un descanso.
TOM: A veces tengo nostalgia.
GEORG: Cuando llevo mucho en la carretera, hecho de menos a mi familia. Y después, a veces, me pongo de mal humor.
BILL: Me pongo enfermo a menudo. Y si estoy lejos de casa, es terrible. Entonces echo en falta totalmente a Alemania. También estoy triste, cuando estoy solo en la habitación del hotel. Adoro estar con el grupo en la carretera, en las habitaciones de hotel soy realmente sentimental. Todavía no puedo decir exactamente por qué. Pero entonces desearía estar en mi propia cama. Tom nunca lo admitiría, pero yo apuesto a que a veces está triste. Por lo menos, cuando sus compañías de habitación de hotel se vuelven a ir.
TOM: También encuentro a faltar el papel higiénico alemán (risas). Si estuviéramos en el fin del mundo, realmente estaríamos esperando con impaciencia venir a casa…
BRAVO: Tenéis que vivir con muchos escándalos y rumores. ¿Cómo lo lleváis?
BILL: En gran parte ya sabemos lo que habrá. Más pronto, cuando tenemos la comida en el club, sabemos exactamente lo que habrá al día siguiente en los periódicos: “Los adolescentes beben alcohol. ¡¿Cómo pueden ser un modelo a seguir?!
TOM: O algo como: “Tom se sienta solo en la mesa. ¿Se separa el grupo?” También es muy popular.
GUSTAV: O: “Bill parece triste. ¿Tiene depresiones?"
TOM: Todo lo que la gente, que nunca nos ha conocido personalmente, escribe sobre nosotros, realmente no me importa. Pero si es sobre nuestras familias, no está bien.
BRAVO: Había una historia sobre vuestro abuelo, que según dicen se habló en todas partes…
BILL: Lo divertido es que este no era nuestro abuelo. Incluso no le conocíamos…
TOM: Por lo menos en 20.000 lugares. Pero todo el mundo dice, que estamos relacionados con él.
BILL: Exactamente como en la escuela. De repente todas las chicas estaban con nosotros y cada compañero de clase era nuestro mejor amigo. Y a cada persona debería de deberles veinte euros…
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